Silvano Piccinini capta la paleta cromática de cada ciudad que visita y, usando la cámara fotográfica como si de un pintor con su pincel se tratara, toma sus instantáneas a la puesta del sol, cuando la noche, avanzando, desvela sus luces y misterios. A través de dichas luces y de inéditos recorridos visuales, Silvano quiere plasmar los frémitos y las pasiones del alma humana. Con sus instantáneas nocturnas, candentes y rebosantes de energía, Piccinini nos declina un cosmos urbano y extraurbano destilado de incesantes traslaciones entre los seres, a través de las tecnologías que son la palanca portante del actual modo de concebir la esencia de la vida moderna.